Objetivo Trienal
ESCUCHA CONECTA ¡TRANSFORMA!
OBJETIVO TRIENAL 2023-2026
Convertirnos en escuelas que transforman los entornos en los que viven, desde lo local a lo global,
porque somos una comunidad educativa de calidez y calidad que promueve la escucha y la comprensión de la realidad para conectarnos y ser con y para los demás, generando un mundo más humano, fraterno, solidario y sostenible.
OBJETIVO CURSO 2023-2024
Proporcionar claves, herramientas y experiencias para:
- conocernos,
- mantener conversaciones de sentido y
- potenciar un sentimiento de pertenencia y comunidad
que nos ayude a orientar nuestra vida a la plenitud que estamos llamados a ser.
Escucha, CONECTA, ¡transforma!
Estamos en un mundo interconectado. El papa Francisco dice que “todo está conectado”[1]. Todo está interconectado en la red de la vida. Las redes sociales están ahí para revolucionarnos a nivel personal, social, político, económico…
Estar muy conectados no significa siempre estar bien comunicados. Somos seres en relación. Nos hacemos y deshacemos en el encuentro con los demás. Necesitamos a los otros para ser normales y felices. Toda persona tiene un matiz que aportar al Reino de Dios[2].
Estamos conectados por fuera, pero, ¿lo estamos desde dentro? ¿Estamos conectados cada uno con nuestra fuente de vida, la que está dentro de nosotros? ¿Está orientada nuestra vida hacia lo que estamos llamados a ser?
¿Esta conexión nos lanza hacia “fuera”? ¿Nos pone al servicio de los demás? ¿Nos invita a juntarnos con otros para perseguir objetivos y proyectos comunes y compartidos? ¿Sentimos la necesidad de pertenecer a un grupo mayor, de ser una comunidad que comparte la vida, la fe y el compromiso por un mundo mejor?[3]
¿Cómo romper con el aislamiento que nos encierra en nuestra propia individualidad[4] (personal, familiar, con “los míos”) y autorreferencialidad[5]?
Jesús estaba conectado con su fuente interna, su Fuente de Vida, con su centro más profundo, con su Abba, su papaíto, Dios Padre. Lo sabemos porque el evangelio nos dice, con frecuencia, que se retira a orar. Pero también por sus manifestaciones externas, por su forma de afrontar las dificultades y las circunstancias diarias, por su forma de relacionarse, de mirar a las personas, de comprender la realidad y de hablar del Reino de Dios con plena libertad, sin ninguna autorreferencialidad ni engaño.
Jesús estaba conectado consigo mismo, con la fuente interna que era el Padre, con sus emociones, con su corporalidad, con su yo profundo. Desde ahí le brota, hacia fuera, la bondad, la verdad y la belleza; hacia dentro, rebosa de lucidez, plenitud y gozo sereno para aceptar lo que va a ocurrir con su vida, convencido de que vale la pena entregar la vida por amor hasta la muerte. Siempre fiel al Padre y a su proyecto del Reino.
PARA PENSAR UN POCO…
- ¿Siento que estoy conectada por dentro en profundidad, que estoy habitada y no soy vacío?
- ¿Qué caminos, herramientas, espacios… me ayudan a conectarme conmigo mismo?
- ¿Me conecto con Jesús de Nazaret alguna vez? ¿El evangelio me ayuda en esta conexión?
- ¿Cómo están las conexiones con mi exterior? ¿Cuido mis relaciones? ¿Son importantes para mí?
- ¿Tengo otras formas para estar conectado con la realidad y el mundo?
- ¿Qué puedo hacer para vincularme más a la comunidad FEyE?
- ¿Tengo conexión con alguna parroquia, movimiento cristiano, ONG?
[1] LS, 138. En otros números donde se destaca lo mismo: 16, 42, 70, 92, 117, 120, 142.
[2] GONZÁLEZ BUELTA, B., “Disponerse al don. Pasividades en el vértigo digital”. Sal Terrae. 2018, p.62.
[3] “Una de las alegrías más grandes de un educador se produce cuando puede ver a un estudiante constituirse a sí mismo como una persona fuerte, integrada, protagonista y capaz de dar”. (ChV, 221).
[4] LS, 122: “Cuando el ser humano se coloca a sí mismo en el centro, termina dando prioridad absoluta a sus conveniencias circunstanciales, y todo lo demás se vuelve relativo”; LS, 208. Esta actitud acelera la “globalización de la indiferencia”, que nos habitúa al sufrimiento del otro, cerrándose en uno mismo.
[5] El Papa habla de “salir de la autorreferencialidad” para poder mirar más allá de nosotros mismos, y responder efectivamente a los desafíos del presente (EG, 8). En Fratelli Tutti explica lo que significa salir de la autorreferencialidad: “Una iglesia que sirve, que sale de casa, que sale de sus templos, que sale de sus sacristías para acompañar la vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación” (FT, 276).